UN DOMINGO PERFECTO

No lo puedo evitar...Tengo una adicción a la comida del Tibet...MOMOS es la especialidad...

Nick, Ryan, Nicholas, Jean y yo...esperando el atardecer a más de 2000 mts.

Este personaje era lo mejor del festival...muy chistoso...

Los Dioses que celebraban su cumpleaños...

Algunos fieles...

Despues de la fiesta de despedida de unos amigos y el cumpleaños de otro, aproximadamente a las 9 de la mañana partimos rumbo a las montañas a un pueblo que ya había visitado antes, del cual también escribí antes. Me refiero a Kasauli.
Fue un viaje muy relajado, aun un poco "cansados" de la fiesta, los dos autos que arrendamos estaban llenos de gente que dormía...Bueno con la excepción del que conducía.
LLegamos a Kasauli dos horas mas tardes y fuimos directo al lugar mas alto de la ciudad, Monkey Point, donde no se nos permitió la entrada, porque la Fuerza Aérea India controla ese lugar y tras una infructuosa discusión con los guardias fuertemente armados, escuchamos un par de veces las negaciones pertinentes y los trasnochados amigos decidimos regresar a la seguridad del auto, el cual ya no estaba porque el conductor (auto arrendado, conductor arrendado) se había marchado con rumbo desconocido y estabamos aislados a mas de 2000 mil metros, con frio y con la Fuerza Aérea que pateaba nuestros traseros cada vez que nos moviamos...
Finalmente, luego de 1 hora y algo mas, aparecieron los autos y la escusa fue..."Lunch Sir, lunch"...Obvio, los indios respetan al máximo el horario de almuerzo es como algo sagrado, lo cual no me extraña en este país.
Ok, luego nos dirigimos al centro de la ciudad que está desparramada en las montañas, bueno en realidad no es una ciudad, es mas bien un "villerío". Cual era el destino?, era el ya tradicional mercado de comida del Tibet, MOMOS, los cuales comimos en menos de 30 minutos.
El dia parecía transitar a pasos de gigantes, ya no había tiempo y nuestra próxima escala era el mirador de la ciudad para observar el aterdecer que nunca vimos porque como este país te sorprende al máximo, un improvisado festival se desarrollaba en las empinadas calles de la ciudad. Inmediatamente desistimos de nuestra idea de ver el sol caer y en un dos por tres estabamos comiendo lo que las familias habían cocinado para celebrar el cumpleaños indefinido de uno de los infinitos Dioses.
Creo que aun el alcohol de la noche anterior estaba en nuestros cuerpos, porque no tardamos en integrarnos a la celebracion y bailar los diversos bailes en honor a "Mr God". La gente en este lugar me sorprendió, fue lo máximo, a diferencia de visitar lugares más turisticos en la India, lo que experimenté aqui fue mas autentico, mas real, la gente mostró el lado mas hospitalario que jamas sentí, preguntaban cosas mas interesantes que el resto de los indios...Sorprendidos estaban todos ellos cuando hablé en hindi, porque lo que realmente esperaban era Ingles, pero no, Nacho habla hindi y es la llave para habrir la puerta de la confianza con los indios. Como ya dije, fue perfecto, las mujeres adultas que por lo general son mas reservadas, estaban todas hablandome, bailando y mostrando las mejores sonrisas que he visto jamas aca en India.
La fe se mostró en toda su extención, en una mezcla de colores, fuegos artificiales, comida, insiensos, cantos y musica muy alegre.
También habían entretenciones, como luces de colores y hombres disfrazados de tigre para asustar a los niños que corrian felices a un costado del camino.
Ya al final vinieron las fotografías de rigor pero esta vez dentro de un estudio de fotografía donde algunas personas del lugar pagaron por hacer ese momento "eterno" con los descordinados extranjeros que minutos antes habian mostrado sus habilidades en bailes indios (me incluyo).
Una vez en el auto ya listos para regresar a Chandigarh, todo era un caos, las figuras de los Dioses estaban solas a un lado del camino y ya nadie las miraba ni cantaba porque todos los fieles, cuando digo todos es T.O.D.O.S estaban cerca de nuestro vehiculo diciendo adios tomando fotografias y pidiendo direcciones para futuras visitas en nuestra ciudad...Sin duda una experiencia increible si consideramos que el festival fue algo improvisado y la monotonia de un domingo fue eliminada con muestras de verdadera fe y calidez humana.

Una de las cosas mas chistosas fue que el Hombre Tigre estuvo dentro de nuestro auto, era algo sacado de una pelicula...15 trainees locos y un Dios con forma de tigre pidiendo que lo lleven hasta la próxima ciudad...Lo mejor del dia.