INDIA GOOOOOD
Part 6

Nuestro Guia

Mi sombra

Descansando

Alison ayudando en la cocina

Yo y mi primer Chapati

Tengo cara de camello?

Jaisalmer, India-Pakistan: Luego de dejar Jodhpur, hemos llegado a la frontera con Pakistan con la única finalidad de viajar por varios dias en camellos por el desierto.
Lo primero que hicimos en esta amarilla ciudad fue buscar un hotel para dejar nuestro pesado equipaje el cual había adquirido peso y más peso con el transcurso de los dias debido a nuestras incontrolables compras...
Un personaje muy particular conocimos en el hotel, era supuestamente el tipo que estaba a cargo de los camellos...Lo bautizamos "The Creature", debido a que hablaba y se movia como una pequeña criatura alienígena la cual daba desconfianza con solo mirarla.
Bueno, al final nos arriesgamos y contratamos "sus servicios" luego de escuchar todo tipo de ofertas, desde drogas hasta dudosa agua mineral que no necesitabamos...Increible combianción de productos para un hombre que supuestamente estaba a cargo de inocentes camellos...Todo esto por la módica suma de $2400 Rupees ($33600 pesos Chilenos).
Durante la noche en aquel hotel, nos sentimos muy mal, yo con ganas de vomitar porque comí algo que no estaba bien muerto al momento de ponerlo en mi boca y por su parte Alison, comenzó a gritar en la mitad de la noche porque vió un Elefante Blanco que trataba de sentarse sobre ella...Debo decir que fue muy chistoso escuchar a Alison gritar y practicamente saltar sobre mi, porque en un estrecho rincon de nuestra habitación, supuestamente había un Elefante Blanco de dimensiones inimaginables tratando de subir a la cama...
Bueno, pasado el susto del elefante blanco en la cama, logré olvidar mi malestar en mi cuerpo y dormí el resto de noche que quedaba para finalmente despertar muy temprano para viajar por cerca de una hora en un Jeep militar hasta una pequeña aldea donde estaba Arky, mi fiel camello que me acompañó por este increible lugar y que a su vez provocó heridas en mis piernas debido al roce durante las cabalgatas...o más bien Camellalgatas...no se como se dice cabalgar en camellos...
Durante las primeras horas de esa mañana caminamos por el desierto y apreciamos un increible amanecer en la inmensidad de este desierto, siempre sobre nuestros camellos.
A las 10 de la mañana aproximadamente, encontramos un lugar para abastecernos de agua en el cual estuvimos por cerca de treinta minutos para finalmente encontrar la sombra de un viejo arbol donde nuestro guia preparó un increible pero básico almuerzo.
Luego de una pequeña siesta continuamos viaje a unas dunas de arena para apreciar el atardecer y relajarnos en ese lugar que prometía ser increible...Y lo fue!!!
Cientos de pequeñas montañas de arena a nuestro alrededor, el sonido del viento y un sol impresionante adornaban ese lugar, era como estar en un documental, o mas bien ser parte de una trucada postal...No habían palabras para describir eso, tambien fue dificil escoger aquella duna desde la cual apreciariamos el Sol caer y perderse en el horizonte para aparecer en algun otro continente.
Ya terminado aquel impresionante evento, emprendimos otra vez nuestro viaje, bajo una estrellada noche hacía nuestro campamento donde nos esperaban bailarinas y musicos junto a lujosas carpas en las cuales pasariamos la noche.
Debo decir que nos llevamos una gran sorpresa al ver aquel campamento, nuestra carpa tenía camas, frazadas e incluso un baño.
Disfrutamos de una increible cena frente a una fogata viendo un grupo de alegres bailarinas que junto a sus hermanos musicos alegraron aquella fria noche en el Gran desierto Thar.
Durante la noche aviones de guerra nos despertaron debido a su inesperada presencia, esto debido a estar con un pie en Pakistan y otro en la India, obviamente esta razón justifica una vigilancia exagerada por ambos países en esta frágil frontera azotada por la guerra.
En la mañana siguiente luego de desayunar en la cama, emprendimos nuestro viaje sobre nuestros camellos. Todo el dia otra vez sobre esas bestias que ya no eran tan amigables. Arky por ejemplo más de alguna vez me escupió y se comportó bastante agresivo(a) durante gran parte del viaje...Creo que estaba triste!!!
El camello de Alison parecia estar enamorado de ella, era muy dosil y amable, pero era el camello mas feo que he visto en mi vida.
Ya al final de ese dia, llegamos a una carretera donde nuestro guia preparó almuerzo a orillas del camino y donde dormimos por cerca de una hora para luego emprender nuestro viaje final hacía un pequeño pueblo donde nos despedimos de nuestros amables guias y obviamente de nuestros mal olientes pero simpáticos camellos.
Gracias a este pequeño viaje, logramos apreciar una forma de vida totalmente desconocida, ser un nómade del desierto claramente es algo admirable, las condiciones de vida son muy básicas, los recursos se valoran el doble dada la escaces de estos y los años parecen pasar a una velocidad increible por los amables rostros de estas personas.