Thursday, March 13, 2008

RZECZPOSPOLITA POLSKA...REPUBLICA DE POLONIA

La primera impresión que tuve al llegar al aeropuerto Okecie de Varsovia fue negativa o mejor dicho extraña, luego de haber estado varios días en modernas ciudades de Europa como París y Amsterdam estas ansias de comparar llegaron casi de inmediato, pero fue necesario comenzar a recorrer un poco para que esa sensación se terminara y la capital de Polonia tomara identidad propia en un país que lucha por estar dentro de los estándares de Europa occidental alejándose así del prejuicioso termino "Europa del Este" que para mi no tiene nada de prejuicioso.

Edificios antiguos completamente refaccionados tras los bombardeos de la Segunda Guerra mundial y una historia marcada por el dolor de una guerra que devastó por completo Europa dan personalidad a un país sorprendente con gente sencilla y amable.

Un cambio social y aires renovados se aprecian en cada esquina, si bien hay diferencias marcadas con el resto de la Europa Euronizada, este país cuya moneda aun son los Zlotys siendo ya parte de la UE sorprende al ver como el régimen post comunista está convirtiendo las calles en un mercado continuo, mientras que la escasez de vida nocturna y diversiones después de la media noche van quedando gradualmente como un reclamo del pasado, ya que se han inaugurado un gran numero de bares , restaurantes y clubes.

Varsovia se convirtió en la capital de Polonia en 1596 cuando el rey Segismundo III trasladó su corte desde Cracovia. El casco antiguo de la ciudad (Stare Miasto) es, en cierta forma una denominación equivocada, ya que hace ya más de cuarenta y cinco años esta red compacta de callejones y calles no era mas que escombros, incluso los adoquines han sido lentamente sustituidos. La Plac Zamkowy (Plaza del Castillo), en la zona sur del casco antiguo, es el lugar indicado donde se deben iniciar los recorridos. Primero llama la atención la estatua de bronce de Segismundo III, el rey que hizo Varsovia una capital.

Vale la pena recorrer sus callecitas, rodeadas de altas y angostas casas, entrar a los innumerables restaurantes y saborear la comida polaca. Sin lugar a dudas es una de las cocinas con más sabor a casa que he probado en mi vida, platos simples con ese toque casero, pan recién horneado son la regla de oro al momento de sentarse a esperar por el plato principal, cálidas sopas cuyos platos son hechos de pan y que luego de un tiempo en contacto con estas se humedecen y se comen absorviendo todo el sabor de las sopas. Recomiendo un restaurant llamado Staropolska, especialista en típicos platos polacos.

Dejé Varsovia para dirigirme en auto hasta la hermosa y tranquila Cracovia en el sur de este país y muy cerca de la frontera con Slovakia. Cracovia al igual que que Praga y Viena es considerada como una de las joyas arquitectónicas de la Europa Central. Para los polacos va mas allá que esta clasificación, sino que recuerda un pasado glorioso, siendo la antigua capital real del país, y con frecuencia la Iglesia Católica se dirigía a Cracovia en busca de consejo; el Papa Juan Pablo II fue arzobispo de Cracovia hasta su elección en 1978.

Esta ciudad es la única urbe polaca que resultó intacta después de la Segunda Guerra Mundial, y actualmente el conjunto de sus monumentos han sido declarados por la UNESCO como uno de los doce lugares históricos mas importantes del mundo.

Visité en esta ciudad un cementerio judío, pudiendo apreciar la singular forma de poner pequeñas piedras sobre las críptas y tener que mostrar toda la sobriedad del mundo debiendo usar el Kipá sobre mi cabeza como requisito para poder entrar.

Vale la pena recorrer esta ciudad con calma y sin apuros, disfrutar de ese ambiente joven dado por la vida universitaria de la ciudad y compartir con los Polacos que si bien son reservados al principio basta con intercambiar unas palabras para terminar en una acalorada y amigable conversación sobre cultura, historia y por supuesto comida.

Sin dudas Polonia es uno de mis países favoritos de Europa, se puede sentir ese ambiente relajado, muy distinto de las grandes ciudades Europeas, caminar calmadamente por sus calles, ver correr antiguos tranvías y apreciar una presente y singular arquitectura perteneciente al legado Ruso de este país que se abre al mundo con una energía única y con las ansias de ser parte activa de una UE que cada vez integra a países que antes pensaban en ver pasar rápido los años para ser parte de este continente integrado y sin fronteras.


Tranvias

Casco Viejo Varsovia

Justyna, Anna y Yo

Casco Viejo Varsovia

Arquitectura Rusa en Varsovia

Tranvias en Cracovia

Centro de Cracovia

Cracovia

Cementerio Judío, Cracovia

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