A PERFECT GETAWAY
De un tiempo a la fecha mi rutina de viajes se ha incrementado ridículamente, quiera o no quiera me he visto sentado en aviones frecuentemente, a veces tres o cuatro veces por semana, a distintos lugares, donde la estadía máxima en promedio es un día y medio. Con esta nueva rutina en mi vida, mi concepto de viajes se ha visto un poco averiado, ya no tengo aquella sensación de incertidumbre cada vez que me embarco rumbo a algún destino desconocido, ya no estoy nervioso cuando cruzo un control de Interpol ó cada vez que me preguntan “cuantos días permanecerá en el país”…será que la frecuencia con la que viajo me ha hecho perder aquel concepto romántico que un viaje implica?
De un tiempo a la fecha mi rutina de viajes se ha incrementado ridículamente, quiera o no quiera me he visto sentado en aviones frecuentemente, a veces tres o cuatro veces por semana, a distintos lugares, donde la estadía máxima en promedio es un día y medio. Con esta nueva rutina en mi vida, mi concepto de viajes se ha visto un poco averiado, ya no tengo aquella sensación de incertidumbre cada vez que me embarco rumbo a algún destino desconocido, ya no estoy nervioso cuando cruzo un control de Interpol ó cada vez que me preguntan “cuantos días permanecerá en el país”…será que la frecuencia con la que viajo me ha hecho perder aquel concepto romántico que un viaje implica?
El ejercicio a realizar corresponde a buscar aquella incertidumbre propia de un viaje, fuera o dentro de nuestras fronteras, el ejercicio es “volver a sorprenderme” y lo lograré viajando aun más…
Cada vez que estoy fuera de casa en uno de estos frecuentes viajes, trato de conocer o reconocer (cuando el destino ya es conocido), perderme en calles y barrios, comer en algún restaurant indicado en alguna guía o simplemente contemplar el flujo humano y de automóviles en alguna gran ciudad.
Uno de mis últimos destinos fue la infame y prejuiciada ciudad de Copiapó, digo infame porque todos me dijeron los días antes a dicho viaje porque estaba tan contento de haber elegido un vuelo a Copiapó? Porque no cambias tu vuelo y vas a alguna otra ciudad? Consideré el desafío y me embarqué esta vez con mayores ansias a esta ciudad minera, árida y encerrada por grandes montañas polvorientas.
Una de las cosas que quise conocer fue el primer tren de pasajeros existente el continente, se trata de una locomotora Norris Brothers en conjunto con varios coches de 1ra-2da y 3ra clase, no fue muy impactante ver esta reliquia en medio del patio de la Universidad de Atacama, ex Escuela de Minas de antaño, descuidada y descolorida, esta locomotora pasará sus días acá, pasando desapercibida por la gente… Bueno, no somos muchos los amantes de los trenes que viajan miles de kilómetros para encontrarse con estos monstruos de hierro…Estuve ahí y me sentí bien, primera parte de la terapia de re-encantarme en un viaje realizada exitosamente.
Estrechas calles y mucho tráfico hacen de Copiapó un lugar poco amigable para un viajero en proceso de re encantarse con sus viajes.
Tomé mi bolso y emprendí mi viaje a la costa de la región de Atacama, por suerte esta vez tenía un día libre antes de tomar el vuelo de retorno a SCL.
Bahía Inglesa, pequeño pueblo pesquero famoso por sus playas de arenas blancas y abundantes restaurantes de primer nivel fueron el destino escogido para pasar este fin de semana apacible en el norte de mi país. El gran descubrimiento de este lugar fue un complejo turístico llamado Domo Chango Chile, que cuenta con varios Domos equipados completamente y con la comodidad de una hostal, cuenta además con un restaurant con una carta muy interesante, donde platos criollos se mezclan con distintos ingredientes para completar perfectamente el concepto de comida “Fusión”…los precios estaban algo fusionados, un tanto caro pero valió la pena probar un rico Congrio con verduras salteadas más una deliciosa pastelera de choclo exageradamente cargada a la albahaca…lo recomiendo!!!
El día pasó muy tranquilo junto a la playa de arenas blancas y aguas prístinas, fui engañado al momento de tratar de nadar, gracias a nuestra ya conocida compañera veraniega, la corriente de Humboldt, nuestras aguas no suben de los 14°C en todo el año, por lo cual aquella imagen de playa paradisiaca es solo una ilusión, solo en Isla de Pascua tenemos aguas cálidas…
Esta vez no fue necesario viajar miles de kilómetros para continuar el ejercicio que estoy realizando, me sorprendí y me encanté con este lugar, recomiendo visitar Bahía Inglesa, solos ó acompañados, perfecto lugar de retiro por un fin de semana, buenos restaurantes, algunos caros algunos no tan caros y gente amable cuya tarea durante el año no es más que hacer felices a estresados citadinos y relajados mochileros…creo que sigo siendo un mochilero aunque la billetera me delate.
Sólo me falta volar a Balmaceda - Coyhaique y habré volado a todos los aeropuertos de Chile, muero de ganas por un fin de semana en el sur, pronto!
Desierto de Atacama a 10.000 pies!
El viajero!
Desierto con restricciones
Domo 1
Hermoso atardecer
La Playa frente a mi Domo
Mi habitación...La mejor siesta en años!!!
Copiapó..Vista desde mi Hotel
