CALCUTTA
No es fácil hacer un comentario sobre lo que esta ciudad representó para mí. Tras una despedida a los 11 meses que pasé en el norte de India, Calcutta me mostró un lado de este país y cultura tan características que me sentí llegando a India por primera vez.
Calcutta es una ciudad de contrastes, contrastes diferentes a los que normalmente me enfrentaba en otros lugares de esta nación. Calcutta es excitante y decadente a la vez.
Es difícil ver el verdadero movimiento de la ciudad, también es difícil sentirse un turista en un lugar lleno de miseria pero a la vez es difícil no sentirse parte de un lugar que es increíblemente amigable y hospitalario con el forastero.
Esta ciudad esta completamente sobre poblada, posee un tráfico infernal y una contaminación no diferente, pero aun así resulta ser un lugar demasiado estimulante que impresiona en cada esquina.
Durante los días que estuve en Calcutta, lo único que realicé fueron interminables caminatas por muchas de las calles para así poder perderme en aquellos rincones que estaban ajenos a las miradas del turista convencional.
Esta ciudad es famosa por haber sido el hogar de destacados personajes como la Madre Teresa, la cual dedicó su vida a dar un aliento a miles de personas desposeídas y con carencias tan básicas como ropa en una de las ciudades con las diferencias sociales más marcadas de nuestro planeta.
Siento que hice bien en venir a Calcutta como una forma de despedirme de India, ahora vuelvo con una imagen distinta, una imagen de un país que muchas veces fue un caos y que talvez lo siga siendo por muchos años mas, pero a la vez India fue una escuela al aire libre con grandes aulas en las que aprendí a sobrevivir como uno más, a comer sin quejarme y a compartir lo que algunas veces escaseaba…
Calcuta sin dudas es un destino que recomiendo y que si bien posee una triste realidad social, ayuda a hacernos entender que tan afortunados somos y que los países son abismalmente distintos unos de otros...